En
entrevista, Carlos Figueroa Cano, presidente de la Asociación Local de Silvicultores
de la Meseta Purépecha, nos contó su experiencia en la producción de maíz
criollo orgánico en esta región.
“Anteriormente,
la economía de las comunidades de la Meseta Purépecha se sostenía gracias a la
diversificación de las actividades ganadera, agrícola y forestal, pero con la
caída de los precios del maíz, se establecieron tortillerías que solo compran maíz
proveniente del norte o de otros países, lo que provocó que las actividades económicas
se concentraran en el bosque. Esta situación agravó seriamente la problemática de
tala ilegal que de por sí ya existía en la región”, nos comenta Carlos
Figueroa.
Al pasar de los años, la actividad forestal, así como la tala ilegal han presionado tanto los bosques de la región que es necesario buscar nuevas alternativas productivas.
La Asociación Local de Silvicultores de la Meseta Purépecha A.C. junto con la Sociedad Cooperativa Marku Anchekuare están impulsando la producción sostenible de maíz, para así poder restarle presión al bosque.
“Hace
tres años se comenzó nuevamente a sembrar maíz criollo, esta vez dejando de
lado los agroquímicos, tratando de utilizar únicamente abonos orgánicos para
recuperar el equilibrio en el que vivíamos anteriormente. Hoy en día estamos
trabajando 22 compañeros y ya hemos alcanzado 58 hectáreas sembradas con maíz
criollo, orgánico”, afirma Carlos Figueroa.
El
recuperar la producción de maíz criollo y además orgánico, ayudará a
reestablecer un equilibrio en esta región, conservando la biodiversidad,
restándole presión a los bosques y contribuyendo a generar ingresos para la
gente.
“Nuestro
maíz ya tiene la certificación de producción orgánica, gracias a la gestión que
hizo la Sociedad Cooperativa Marku Anchekuare. Lo estamos exportando a Canadá,
donde nos lo han comprado a buen precio y sabemos que lo utilizaran para la producción
de harina para consumo humano. Estamos contentos porque podemos exportar, pero
es lamentable que a nivel nacional no podamos encontrar un mercado justo para vender
nuestro maíz. Las tortillerías de la región se rehúsan a comprar nuestro maíz o
nos lo quieren comprar muy barato, es inadmisible que teniendo tanto potencial
en nuestro país para la producción y siendo centro de origen, tengamos que
comprar maíz en el extranjero”.
El
cambio climático es otro obstáculo que se presenta para las comunidades de la
Meseta Purépecha: “...con el incremento de las temperaturas se están presentando
nuevas plagas, el año pasado hubo ausencias de lluvia y el gusano cogollero
atacó, es la primera vez que se presenta esta plaga en nuestra región.”
Es
el segundo ciclo que producen y hay un buen entusiasmo, este año ya hubo un
pequeño apoyo por parte del gobierno de Michoacán. Sin embargo, aún hay algunos
retos que vencer, comenta Carlos Figueroa, pues hace falta apoyo técnico e investigación
para la producción de maíz criollo así como para la producción de abonos orgánicos.
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